Integración Sensorial en el Desarrollo Infantil
Además de la visión, la audición, el olfato y el gusto, existen otros sistemas sensoriales encargados de procesar la información táctil, vestibular (equilibrio, movimiento y posición de la cabeza) y propioceptiva (músculos y articulaciones del cuerpo).
El impacto de dicho procesamiento en la maduración cerebral del niño es muy importante de manera que cuando las sensaciones fluyen de manera organizada, el cerebro puede desarrollar percepciones, aprender y comportarse sin dificultades. Sin embargo, cuando el cerebro ordena el caudal de sensaciones recibidas de forma desorganizada, se produce un “embotellamiento de tráfico sensorial” que hace que percibir, aprender o comportarse sea dificultoso.
Ello repercutirá, por ejemplo, en estas áreas:
– la capacidad del niño para permanecer calmado y concentrado.
– los mecanismos básicos necesarios en la lecto-escritura o las matemáticas.
– la adquisición de un nivel de autonomía personal adecuado en las actividades de la vida diaria.
– la relación de forma adecuada con los compañeros de clase.
La evidencia científica comienza a indicar que aproximadamente un 5% del alumnado en EEUU presenta desórdenes en el procesamiento de la información sensorial. Igualmente, un gran número de trastornos del desarrollo (TDA, TDAh,TEA, TGD, retrasos psicomotores,etc) cursan con las anteriores desregulaciones sensoriales.
Los terapeutas ocupacionales de AIDIMO estamos cualificados y especializados en el enfoque del procesamiento de la información sensorial y desarrollamos programas de valoración e intervención orientados desde éste.
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